por: College Board
El ensayo personal es fuente de ansiedad para la mayoría de
los estudiantes universitarios en ciernes. Se trata de la parte menos
estructurada de la solicitud para entrar a la universidad y a la cual muchos
establecimientos otorgan una enorme importancia.
Muchos padres quieren asegurarse de que el ensayo es bueno,
pero el estar demasiado involucrado acarrea peligros. Demasiada influencia de
los padres puede callar la voz de ese escritor que esperan ver las
universidades y la mayoría de los estudiantes será rechazada de un plumazo si
el establecimiento sospecha que no se trata de un trabajo propio.
A pesar de ello, los padres pueden ayudar a su hijo a
superar la ansiedad y empezar a escribir. Prepararse con antelación y seguir
unos pocos consejos puede ser suficiente para terminar el trabajo sin demasiado
sufrimiento. Primero, puede ayudar a su hijo recordándole que escribir es
difícil, incluso para los escritores y que tiene que hacerse a la idea que
redactará muchos borradores. Con esto en mente, debería programar mucho tiempo
para efectuar revisiones y no debería sentirse derrotado por los primeros y
generalmente difíciles intentos.
Lo que más quiero
Los encargados de selección buscan en un ensayo pruebas de
que el estudiante puede escribir bien y respalda sus ideas con argumentos
lógicos. También quieren saber más acerca de la personalidad del estudiante.
Andrew Flagel, responsable de admisiones en George Mason University, dice que
no existe una fórmula mágica para escribir un ensayo perfecto. "Un ensayo que
está bien escrito, libre de errores gramaticales y demuestra que la universidad
es adecuada para su perfil, ayuda que el estudiante esté aceptado",
comenta Flagel. Él advierte que tanto padres como estudiantes deberían
investigar bien antes de presentarse para asegurar que la escuela es adecuada
para el estudiante y ofrece un entorno en el que puede desarrollarse.
Antes de embarcarse en el ensayo, su hijo debería primero
escribir en una sola hoja las preguntas de ensayo que se plantean en cada
solicitud. Generalmente se trata de preguntas abiertas que permiten al
estudiante elegir una dirección, como "¿Cuál fue su peor momento y
porqué?" o "Si pudiera elegir una época histórica en la que vivir,
¿cuál eligiría?" El ejercicio debería ayudar a ver con claridad lo que se
plantea y lograr que aparezca la inspiración.
Sea usted mismo
En lugar de escribir acerca de temas muy elevados o lugares
exóticos, su hijo debería elegir un tema de ensayo del que tenga conocimiento.
El ensayo no tiene que ser acerca de hacer trekking en China para que se
desprenda algo profundo. De hecho, los responsables de selección aseguran que
los ensayos muy elevados no logran transmitir el carácter del escritor porque
están demasiado enfocados en querer impresionar al lector.
Una vez que empiece a pensar acerca de un tema, lo mejor es
escribir notas que le ayuden a recrear la experiencia. Debería incluir detalles
concretos acerca de cómo el viento se sentía en la cara mientras trataba de
esquiar por primera vez, o cómo sintió en el estómago mientras esperaba saber
si había sido aceptado en un equipo de debate. Esos apuntes serán vitales
cuando el estudiante se siente y tenga que enfrentarse a la hoja en blanco.
Las reglas de la escritura se aplican también al ensayo.
Debería contener palabras con las que el estudiante se sienta cómodo y emplear
un idioma de conversación. Diga a su hijo que evite el diccionario para
encontrar palabras rebuscadas. Debería ser conciso, nunca más extenso del
límite impuesto y tiene que lograr que un encargado de selección cansado de
trabajar se interese por leerlo hasta el punto final.
Una vez que ese primer borrador está acabado, su hijo
debería enseñarlo a dos personas de criterio confiable. Los padres no son
siempre la mejor elección, ya que suelen estar demasiado cercanos al proceso
para ser una ayuda objetiva. Un experto en gramática y un amigo con sentido
crítico pueden ser dos buenos correctores.
Al final, aunque a veces parecía imposible, el ensayo habrá
sido conquistado. Muchos escritores consideran que el ensayo es una valiosa
experiencia en si misma: puede aportar nuevas perspectivas acerca de madurar o
irse de casa. Usted, también, puede sentirse sorprendido ante las reflexiones
que plantee esta persona en el umbral de la edad adulta.